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Seminario QUALITAS-CEPPE sobre Acreditación y aseguramiento de la calidad

Qualitas en conjunto con CEPPE (CENTRO DE ESTUDIOS DE POLÍTICAS Y PRÁCTICAS EN EDUCACIÓN DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE) organizaron un coloquio que contó con la participación de la profesora Deborah Eldridge, consultora y ex Vicepresidenta de CAEP, Council for the Accreditation of Educator Preparation -organización que acredita programas de educación en Estados Unidos-, expuso sobre las nuevas tendencias y criterios de acreditación en los EE.UU. “Ya no es un proceso evaluativo, sino formativo” afirmó.

El objetivo de este evento fue analizar los límites y funciones de la acreditación y el aseguramiento de la calidad, así como conocer una síntesis de las lecciones y desafíos de la experiencia de acreditación y aseguramiento de la calidad en la formación de profesores en Estados Unidos. El coloquio que contó con la exposición de la profesora estadounidense Deborah Eldridge, fue organizado la Agencia Acreditadora de la Calidad QUALITAS y el apoyo de CEPPE.

La actividad se desarrolló en el Auditorio de la Facultad de Educación UC el pasado miércoles 28 de mayo y contó con la presencia de profesores, académicos, estudiantes de Pedagogía e investigadores de la Educación, así como con la profesora Eldridge, consultora y ex Vicepresidenta de CAEP, Council for the Accreditation of Educator Preparation de los Estados Unidos.

En la inauguración de la actividad, el Director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación CEPPE, y profesor de la Facultad de Educación de la UC Andrés Bernasconi, se refirió a la reforma en marcha y constató que “el avance hacia una nueva propuesta de acreditación que se había conseguido después de la crisis de la CNA se ha detenido, y está en espera de que se resuelvan otros temas más presentes en la agenda pública”.
El académico sostuvo como tesis central que la necesidad de garantizar a través del Estado que las instituciones de educación superior cumplan la ley es un problema, distinto a la necesidad de apoyar y presionar a esas instituciones para que mejoren continuamente.

-Esto no se resuelve en una sola agencia, como se creyó hasta hace poco. Desde entonces, se ha intentado resolver dos problemas distintos con el mismo instrumento. Por eso confundimos el problema del aseguramiento de la calidad con el rol de superintendencia. Son dos funciones separadas desde 2009 en el sistema escolar, y hacia esa solución debemos encaminarnos también en educación superior –aseguró.

Según el director de CEPPE, este doble propósito “tiene que ver con el pecado original de nuestro sistema, que es su origen desregulado, que permitió la entrada de proveedores de muy bajo nivel de desarrollo y consolidación, y con prácticas cuestionables. Y ese no es el mismo problema que el aseguramiento de la calidad”, reiteró.

Acreditación v/s aseguramiento

not-2-2014-05-28 Judith Scharager, profesora titular de la Escuela de Psicología de la UC y directora ejecutiva de la Agencia Acreditadora Qualitas, expuso por su parte que “la acreditación y el aseguramiento de calidad no son sinónimos, e incluso hasta la Ley los confunde. La acreditación es un medio, no un fin en sí mismo”, precisó.

-Es un paso fundamental en el proceso de aseguramiento de la calidad, pero ciertamente no es el único. Existe una variedad de instrumentos que no se reducen sólo a la certificación. Pero hemos visto en los últimos años una pérdida de sentido, la pérdida de la autorregulación. Los procesos de aseguramiento de la calidad se hacen muy reactivamente, para el par evaluador, pero no desde adentro de la institución –advirtió.
De acuerdo a la directora de QUALITAS, lo ideal sería que se genere una cultura de aseguramiento de la calidad. “Debiera estar permanentemente en cada cosa que hacemos. En vez de estar preocupados de hacerlo bien, nos preocupa más hacerlo para obtener la certificación, de hacerlo bien para los pares” lamentó.

Judith Scharager llamó a identificar áreas críticas en las cuales cada institución pueden mejorar, y a vincular la acreditación de las carreras con la acreditación institucional. También relevó la necesidad de contar con estándares y medios de verificación, así como obtener evidencia del logro de aprendizaje de los estudiantes.

-Más allá de su relevancia, la acreditación es un medio, no un fin en sí misma- sentenció.

Deborah Eldridge: acercarse a los estándares de formación inicial

La charla central del coloquio estuvo a cargo de la profesora Deborah Eldridge, consultora y ex Vicepresidenta de CAEP, Council for the Accreditation of Educator Preparation -organización que acredita programas de educación en Estados Unidos-. Su exposición se focalizó en la experiencia internacional sobre estándares, evaluación de pares y preparación de los procesos de acreditación, para contribuir al aseguramiento de la calidad de los programas acreditados.

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Eldridge explicó que en los Estados Unidos existen dos tipos de acreditación: una nacional y otra regional, que incluye a instituciones como escuelas secundarias, universidades y Colleges. “Cada uno de los 50 Estados regula cómo se desarrolla la acreditación en su territorio. El gobierno federal no interviene” aclaró.

La presión por acreditarse, entonces, proviene del reconocimiento que genera una institución validada. Si está acreditada, puede salir a buscar financiamiento, explicó.

De acuerdo a la académica, los nuevos procesos de acreditación en el país del norte han cambiado de paradigma, pasando a la búsqueda de una evaluación que entregue información de regreso y retro-alimente los procesos.
-Lo que buscamos ahora en EE.UU. es el uso de la información para el mejoramiento continuo. El uso en relación con otros, el uso de evidencia es significativamente más fuerte ahora que antes. El aseguramiento de la calidad y la certificación no es lo mismo, ya que debería ser un proceso formativo más que evaluativo –aseveró.

“Más que una acreditación, la formación de profesores en los EE.UU. está considerando con mucha fuerza los estándares iniciales. Cuán cerca estás de ese paradigma de formación, para identificar cuáles son tus debilidades y deficiencias. Y luego se te impone un plazo para mejorarlas” describió.
Respecto a los estándares (CAEP Educator Preparation Standards, aprobados en 2013 y que entrarán en vigencia en 2016), la profesora invitada explicó que se refieren a cinco áreas: Contenido y conocimiento pedagógico, Práctica Clínica y Alianzas, Calidad Selectividad y Reclutamiento del estudiante de Pedagogía, Impacto del programa y Proveedor de Aseguramiento de la Calidad y Mejora Continua.

Eldridge explicó que en el proceso de acreditación, se consideran Inputs como recursos de bibliotecas, calificaciones de la facultad, cursos y asignaturas y horas de práctica de campo. Y en el área delos Outputs, la experta señaló que se consideran y recolectan criterios como encuestas de satisfacción a empleadores y graduados, sistemas de aseguramiento para que el docente desarrolle conocimiento y habilidades, e incluso medición del aprendizaje del estudiante.

-Una de las críticas de la certificación es que es demasiado esporádica, y entre periodo y periodo puede suceder mucho. Por ello, estamos intentando que exista un monitoreo permanente, que no importe tanto el informe final sino también el proceso intermedio –detalló.

Deborah Eldridge expuso finalmente que la acreditación actual debe necesariamente considerar un monitoreo permanente de la institución, niveles y jerarquías de acreditación (más allá de la diferencia binaria de estar o no acreditada), incorporar mayores niveles de transparencia, estándares más elevados y basada en una fuerte base de evidencia, y con un fuerte proceso de rendición de cuentas público.